Las grandes crecidas podrían aumentar en un 40% su caudal en
las cuencas mediterráneas.
Así lo expone Enrique Cifres en la sesión especial sobre Cambio
Climático, promovida por CEDARE (Centre for Environment and Development for the Arab Region and Europe) y Plan Bleu de Naciones Unidas, en el Foro Mediterráneo
del Agua celebrado recientemente en El Cairo.
Es la conclusión de un estudio sobre el efecto de diversos
factores sobre los caudales de crecidas, tales como la altura y temperatura de
las masas de aire frío en niveles altos de la troposfera, de la orografía de las cuencas o de la
temperatura del agua del mar durante el otoño.
Prediccón de reducción de las precipitaciones medias
Aunque las predicciones del IPCC para 2050 prevén un
descenso de la precipitación media en el mediterráneo occidental, esta concusión
no es aplicable a los valores de extremos hidrológicos. Para ellos se prevé una
tendencia a acusar su intensidad en forma de sequías más severas y
precipitaciones más torrenciales.
El modelo paramétrico desarrollado por el Dr Cifres
relaciona la magnitud de los aguaceros de gran intensidad con datos
meteorológicos como:
- Cota de
la interfaz fría (m)
- Presión
básica a la cota cero (hPa).
- Punto de rocío en la costa (ºC)
- Temperatura a 500 hPa (ºC).
- Velocidad del viento en altura (m/s).
- Punto de rocío en la costa (ºC)
- Temperatura a 500 hPa (ºC).
- Velocidad del viento en altura (m/s).
- Duración
del evento (horas)
Se ha analizado el efecto espacífico de una elevación de 3ºC
en la fuente de humedad, en este caso la superficie del Mar Mediterráneo,
y su impacto en las precipitaciones de alto periodo de retorno y la consiguiente respuesta
de las cuencas en forma de grandes avenidas.
La no linealidad del fenómeno de la escorrentía da lugar a
que, aunque las precipitaciones aumenten del orden del 30% para esta hipótesis,
la respuesta en forma de caudales punta de avenida se incremente en valores
del orden del 40%.
Entre las consecuencias de esta hipótesis, menciona en su ponencia,
la necesidad de una revisión de las prestaciones de las infraestructuras de
control de crecidas y de la zonificación de riesgos de inundación de forma periódica.
Incremento de caudales previsto del 40% para una subida de 3ºC de la temepratura del mar
